Pajero de vocación, amante del ocio, del placer y de la buena pornografía. El gato es un individuo común y corriente, casado, con 36 años y siempre sediento de una buena paja. Le gusta masturbarse desde los 12 años de edad y desde entonces lo ha venido practicando a diario. Disfruta de un buen vino y una buena conversación que involucre temas sexuales, y una mente muy abierta. Es respetuoso, aunque aveces desnude con la mirada. Le gusta chatear, masturbarse por horas delante del ordenador y andar descalzo tanto como sea posible. Le encantaría vivir de sus rentas y dedicarse a eso que tanto placer le ha dado toda su vida: Masturbarse.